por Arnout Schuijff
21 sept 2021
De vez en cuando, alguien del equipo de Tebi publicará en este espacio. En esta primera entrada, Arnout Schuijff, Junior Kotlin Developer (y CEO) de Tebi, comparte en primera persona su misión: ayudar a los propietarios de negocios independientes.
En 2012 escribí una app sencilla de TPV para mi amigo Stef, dueño de un bar del barrio. Por entonces, Stef aún registraba las ventas a boli y papel y Hacienda ya le había dado un toque. Le propuse sustituir su cuaderno manchado por una versión digital. A Stef no le entusiasmaba precisamente entrar en la era digital, así que aceptó a regañadientes.
El TPV resultante era, diría, “deliciosamente básico”, pero el bar de Stef, que desde entonces ha pasado a manos de Frits, ha trabajado con él ocho años. En ese tiempo hubo que hacer algunos ajustes (¡gracias, Pieter B!) y solo aparecieron unos pocos fallos menores. Uno fue una pestaña llamada “Susana 57,40 €”, abierta en 2018, que al intentar cerrarla tumbaba toda la app. Frits la arrinconó en una esquina de la pantalla y explicó al equipo que bajo ningún concepto se tocara esa pestaña. Problema resuelto.
En marzo de 2020, acababa de volver de una estancia de tres meses en Los Ángeles cuando, como todos, me vi trabajando desde casa. Además de mi trabajo en Adyen, decidí dedicar algunas noches tranquilas a actualizar aquel TPV antiguo: corregir bugs, simplificar el diseño y añadir un sistema de contabilidad en el backend. Al contar mi proyecto a otros desarrolladores (Android), la pregunta era inevitable: “¿Lo estás escribiendo en Kotlin?” Cada vez me daba más apuro decir que no, que era en Java, así que di el salto a Kotlin y, de paso, me convertí en junior de Kotlin.
Antes ya había construido dos sistemas contables: el primero en Bibit, cuando una tabla simple de estados de pago se nos fue de las manos; y el segundo en Adyen, incorporando lo aprendido sobre todo en escalabilidad. Esta vez debía ser pequeño y simple. Lo esencial. Primera tarea: construir un mini libro mayor para registrar todas las ventas. Esa idea del mini ledger fue creciendo hasta lo que ahora llamo “subledgers” (submayores): pequeños libros mayores que nacen dinámicamente y alojan apuntes durante un periodo arbitrario. Al cerrar un subledger, el saldo resultante se traspasa a otro. Por ejemplo, cierras el subledger de una factura y su saldo se abona en el subledger de un día de negocio. Visto en conjunto, el libro mayor global es un enjambre de subledgers que se comunican mediante una plataforma de eventos; en nuestro caso, Kafka. Digo “enjambre” porque están débilmente enlazados y son con estado pero independientes.
Así que aquello de “pequeño y simple” se convirtió en algo más. Me di cuenta de que estaba construyendo una infraestructura contable que podía servir de base a muchos procesos de negocio, no solo a un TPV en barra. Me entusiasma hablar de esto por todas las posibilidades que abre: apps ligeras que funcionan online y offline de forma fluida y se mantienen sincronizadas. Permite desde libros tan pequeños como una sola factura hasta libros contables bancarios a gran escala. Esa escalabilidad “infinita” se logra manteniendo los subledgers independientes, de modo que pueden vivir en cualquier sitio y comunicarse por event streaming, creando una experiencia de usuario rápida y ágil. Pero de eso me gustaría hablar con más detalle en otro post.
La otra motivación clave, en lo personal, es trabajar con gente que comparta este entusiasmo, que me diga a la cara cuando tengo una idea absurda y que sea creativa, lista y divertida. Me siento afortunado de haber sumado a este viaje a mis amigos Mazdak, Greta, Rob y Thijs. Este grupo tan distinto comparte una convicción: es posible crear una empresa ética que solo cobre por el valor que aporta, alineada con los intereses de los negocios independientes.
Tebi es nuestro intento de crear la siguiente iteración tecnológica para los negocios: una única plataforma que ofrezca a los comercios locales de todo el mundo todo lo que necesitan, hecha para y por propietarios de negocios. Tebi será gratuita en un dispositivo y tendrá un precio razonable para varios dispositivos. Con el tiempo, publicaremos el código fuente.
Paso a paso. Hoy, poco más de un año después de empezar con estas ideas, la primera versión de Tebi se ha puesto en marcha en mi bar de confianza.
El tren ya ha salido de la estación.
