por Thijs
14 abr 2023
En el centro de Ámsterdam, a pocos pasos de una de sus calles comerciales más concurridas, hay un local que te transporta cien años atrás en el tiempo. Para entrar, hay que apartar unas gruesas cortinas. Los taburetes y mesas de madera están desgastados; sus superficies, llenas de marcas y arañazos. Las paredes, de un marrón oscuro profundo, deben su tono a décadas de humo de cigarro. Si inclinas uno de los muchos cuadros que las decoran, verás el blanco brillante que un día fueron… hace mucho tiempo.
No es un bar cualquiera. El suelo de madera está cubierto por una fina capa de arena que absorbe los derrames y se renueva cada noche. No hay música que tape las conversaciones: el ambiente lo llena el murmullo animado de sus clientes habituales, muchos de ellos hombres mayores con rostros marcados por el paso del tiempo y la rutina de la ciudad. Tampoco hay una barra propiamente dicha: un kastelein una especie de tabernero clásico, impecablemente vestido, toma el pedido de cerveza o jenever (un licor holandés tradicional) y lo prepara en una pequeña habitación trasera.
Si entra el hambre, puedes pedir ossenworst (una suave salchicha de carne de vacuno cruda, servida con cebolla encurtida y mostaza) o introducir una moneda de 50 céntimos en una máquina dispensadora del rincón, que dejará caer un huevo duro en tu mano. El salero común te espera justo al lado.
¿El fin de los brown bars?
De hecho, Tebi nació gracias a uno de estos bares marrones: sus fundadores se conocieron en uno de ellos. Su misión desde entonces ha sido clara: ayudar a los pequeños negocios a competir con herramientas integradas y precios accesibles.
Hoy todavía se pueden encontrar varios brown bars en Ámsterdam (llamados así por el tono oscuro de sus paredes, ennegrecidas por el humo). Pero según medios como el diario holandés NRC, están desapareciendo poco a poco.
Los nuevos tiempos (y una pandemia de por medio) han puesto en riesgo su supervivencia: sus clientes habituales van faltando de forma natural y los dueños luchan por atraer a un público más joven.
Y cuando lo consiguen, confiesa uno de ellos, los nuevos visitantes ya no conversan ni juegan a las cartas… miran el móvil.
¿Son los nuevos hábitos y gustos los culpables de la desaparición de estos cafés tradicionales? El instituto de investigación OIS estima que más de uno de cada cuatro brown bars ha cerrado en los últimos diez años.
A ello se suma que muchos propietarios son ya mayores y les resulta más difícil mantener la atención al detalle y la etiqueta que exige este oficio.
Incluso si logran vender su local, no hay garantía de que los nuevos dueños quieran conservar el espíritu original. La situación es tan delicada que el Ayuntamiento de Ámsterdam estudia formas de protegerlos, incluyendo la posibilidad de reconocerlos oficialmente como patrimonio bajo la etiqueta “Authentic to Amsterdam”.
Seguir siendo “brown” sin hundirse
Está claro que los cafés de Ámsterdam, y en especial los brown bars, enfrentan tiempos difíciles. Pero aún hay estrategias para salir adelante.
Para ellos, lo más importante es reducir costes operativos y modernizarse sin perder su esencia.
Esto significa minimizar gastos, evitar intermediarios costosos, elegir mejor a sus proveedores, tener un control real del negocio y usar herramientas que les permitan hacerlo todo sin complicaciones.
Ahí es donde entra Tebi, la plataforma que ayuda a los pequeños negocios a ahorrar tiempo, dinero y centrarse en lo que realmente importa: sus clientes.
Con su sistema de contabilidad automática, TPV integrado, gestión de compras, facturación e inventario, Tebi permite a los dueños llevar su negocio al siglo XXI sin perder ni un ápice del encanto de su café.
Y sin llenar el local de pantallas o tablets: Tebi funciona perfectamente en datáfonos Android como el AMS1 o el S1F2.
La mayoría de estos cafés ya los utilizan, así que dar el salto a una gestión moderna y eficiente es más fácil que nunca y sin alterar el ambiente que los hace tan especiales.

El modelo de precios de Tebi se basa en el éxito del negocio: pagas en función de tus ingresos mensuales. Los negocios más pequeños, con ingresos inferiores a €10.000 al mes, pueden usar Tebi gratis.
A partir de ahí, por cada tramo de €10.000, solo pagas €20/mes.
Nada más. Si un mes vendes menos, pagas menos. Simple y justo.
Este modelo hace que Tebi sea accesible para negocios de todos los tamaños, sin límites de dispositivos ni costes ocultos.
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Pide todo el jenever y ossenworst que quieras. Y si el café donde estás usa Tebi para gestionar su negocio, verás que el anfitrión tendrá tiempo de sobra para atenderte como antes.
